
Han pasado justo dos meses desde la última vez que escribí. Es difícil, al principio, acostumbrarse a un nuevo espacio, a un nuevo lugar, a un nuevo refugio. A veces, se deja de lado, en el olvido. Otras, se piensa en ello, pero la pereza... o la falta de ganas de escribir, de transmitir, hacen el resto.
Nada ha cambiado, pero, a pesar de todo, veo la vida con otros ojos, un poco más optimistas, ¿será la llegada del buen tiempo? Aunque, en el fondo, todo sigue igual, nada ha cambiado... ni los hechos, ni los sentimientos que me trajeron hasta aquí.
Esta noche, se cruzan en mi mente diversos pensamientos, diversas emociones... desde lágrimas de felicidad, a melancolía, pasando por tristeza pura. La vida es extraña. La vida es injusta. Pero también, dicen, pone a cada uno en su lugar.
¿Cuál es el lugar que me corresponde a mí? ¿Y a mis seres queridos? ¿Y a aquellos que me han hecho daño? Nunca entenderé qué significa eso de "cada uno en su lugar"; si alguien conoce el sentido de esa expresión, que me la explique.
Quisiera saber también cuál es el motivo de que una persona joven, en la flor de la vida, deba sufrir y terminar su vida antes de tiempo, como si ya lo hubiese vivido todo. O por qué existen ciertos males que transforman a una persona en "una vida que no vale para nada". O, simplemente, necesito saber por qué la tristeza me inunda demasiado a menudo.
Que alguien me explique los porqués de la vida, sólo así me quedaré conforme.